AQUI ESTAMOS, PERO DE AQUI NO SOMOS.
Se dice que hace mucho tiempo, un "Buscador" dejó todas sus posesiones con la idea de encontrar un sentido a la vida.
Viajó de pueblo en pueblo cerca del Tíbet buscando una respuesta, hasta que supo de un
gran hombre sabio que vivía en lo alto de una montaña.
Ascendió con mucho trabajo, pero con mucha ilusión de encontrar un lugar cargado de sabiduría y conocimiento.
Al llegar, encontró al sabio meditando en la hierba, a la entrada de una cueva, donde apenas se veía un catre y un fuego.
Sorprendido y desilusionado se sentó frente a él y espero ser atendido.
Después de un rato de conversación en el que el turista le expresó su gran deseo por llegar a este lugar tan especial, el sabio, después de un silencio dijo:
- Sin embargo, ahora estas muy desilusionado.
El turista aún con miedo de ofender, decidió ser sincero:
- Buscaba un hombre sabio, en un gran castillo, en un lugar lleno de libros de conocimiento, laboratorio de alquimia, ... y sin embargo no tienes prácticamente nada.
El Sabio, con una sonrisa, respondió:
- Entiendo..., pero tu tampoco tienes muchas posesiones.
El turista, con la risa arrogante que da la claridad de estar seguro de la respuesta, contestó:
- Normal... yo soy un turista... para poder viajar, no puedo llevar peso... , es que yo estoy de paso.
El sabio, con serenidad concluyó:
- Y yo; Yo también estoy de paso.
---------------------
Así es la vida, estamos de paso. Este mundo , es un tránsito, pero un tránsito corto, en un abrir y cerrar de ojos crecemos, los años pasan y pronto tenemos que partir.
Si miramos hacia atrás y pensamos en lo vivido, nos damos cuenta, que todo ha pasado rápido, y lo que viene, más rápido va a pasar.
Sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices.
Este, es un tránsito que hay que disfrutar con intensidad, en todos las áreas de nuestra vida.
Esta realidad, que nos recuerda que somos humanos, y que la muerte está a nuestro lado, volviéndose difícil de asumir, es motivo también de esperanza, porque nos muestra que no somos seres limitados, sino que podemos trascender más allá
“El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que sucedan”
La mochila es como el mal necesario del que está de paso.
Dado que no renunciamos al mundo como lo haría un iluminado, tenemos más pertenencias que ellos. Y esas pertenencias, buenas y necesarias para nuestras más nobles aspiraciones, son también una carga.
Pero si la carga que no podemos eliminar no nos ata, sino que podemos meterla en una mochila, cuánto mejor.
Ya iremos dejando lo que podamos, a medida que avancemos.
Creo que es importante asumir que en este mundo sólo estamos de paso.
Podemos asentarnos en algunos lugares, pero sólo provisionalmente, sin crear vínculos permanentes y listos para partir en cualquier momento.
Todo cuanto nos rodea; lo que "cargamos" en nuestra mochila, mi piso, mi coche, mi hipoteca, mi trabajo; todo lo importante, lo que amamos, Mi pareja, Mis hijos, Mi familia...
Incluso lo que más pensamos como propio hasta el punto de identificarnos con él... Mi propio cuerpo.
NADA nos pertenece, todo es pasajero.
Nos ha sido prestado exclusivamente para experimentar, para sentir.
tantraalmeria@gmail.com
Cierto, nada nos pertenece, nos ha sido prestado para sentir,sí; pero no para ser esclavos de nuestros sentidos, en ese momento en el que nuestro cuerpo nos domina y no, nosotros a él, perdemos nuestra libertad
ResponderEliminar"Cuando temes a tus pasiones, te vuelves tu carcelero...cuando las aceptas... tu amante".- Pablo Veloso.
EliminarEstoy de acuerdo, no quiero ser un esclavo... Pero tampoco quiero ser mi carcelero.... Prefiero ser mi amante.